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La raza de los elfos rinde culto
a la diosa del agua,
aman la naturaleza y la vida acuática.
Los elfos tienen cuerpos
delgados y ágiles,
orejas largas y rostros hermosos.
Durante la era de los gigantes,
entre todas las criaturas, ellos
mantenían la más alta posición.
Sin embargo, cuando los gigantes
fueron destruidos, el poder y
la influencia de los elfos
disminuyó, ahora, únicamente
habitan en una parte del bosque del continente principal.
Como habilidades especiales
comparados
con otras razas, los elfos
pueden contener la respiración
durante más tiempo y saltar
desde lugares más elevados.
Su característica básica es
que los elfos son sabios y
observadores.
Son rápidos en el ataque,
en sus movimientos y hábiles
en los hechizos. Tienen una mayor
puntería y grado de evasión.
Sin embargo, su fuerza de ataque
es inferior a la de otras razas.
Elfos en la mitología nórdica
Elfos germanos
En alta fantasía, generalmente los elfos no son hostiles a los humanos, ya que los consideran inferiores y de poca importancia. A menudo desprecian a la especie humana como inferior y bárbara, del mismo modo que algunos miran a los animales de compañía y otros animales. También hay elfos oscuros (svartalfer en la mitología nórdica), los cuales son retorcidos y malignos. Los elfos son enemigos de los orcos y goblins, y suelen estar permanentemente peleados con los enanos.
Altos Elfos
Se auto denominan Asur, y fueron la segunda raza creado por los míticos Ancestrales, después de los Hombres Lagarto. Son altos, esbeltos, ágiles, sabios y hábiles. Su raza está en decadencia, aunque aún conservan gran parte de su poder. Viven en Ulthuan, una isla en medio del Gran Océano, entre las tierras oscuras de Naggaroth y el Viejo Mundo, donde habitan los Hombres. La isla se divide en varios reinos autónomos, unidos por la figura del Rey Fénix, que actualmente es Finubar, y la Reina Eterna, cargo que recae en Alarielle, quienes co-gobiernan como una biarquía a los Asur.
Defendieron, junto a los Enanos, el mundo en los albores del tiempo, cuando el Caos quiso apoderarse de él. Las hordas de demonios del Caos fueron detenidas y los Elfos perdieron a su mayor héroe, Aenarion, que luchó contra las más terribles bestias demoníacas.
Sufrieron una guerra civil (la Secesión) cuando un grupo de Altos Elfos se corrompió. Entonces los Elfos Oscuros, como serían llamados, fueron exiliados. Ahora, grandes hechizos de inconmensurable poder mantienen a flote la isla de Ulthuan.
Elfos Oscuros
También llamados Druchii, son pálidos, morenos y crueles. Viven en Naggaroth, la Tierra del Frío, organizados en ciudades semi autónomas, y reina sobre los Druchii el Rey Brujo Malekith, hijo del héroe Aenarion, corrupto por su malvada madre Morathi. Ella inició en Ulthuan el culto a un dios del Caos, Slaanesh, y extendió el credo por todo el reino oriental de la isla. La Secesión fue la cruel guerra civil que terminó con la expulsión de los Elfos Oscuros a las inefables tierras de Naggaroth, donde esperan su venganza.
Su sociedad es despiadada. El asesinato es regla común y el Rey Brujo no se mete en las disputas familiares.
Elfos Silvanos
Cuando los Altos Elfos fundaron colonias en el Viejo Mundo, iniciaron relaciones amistosas con los Enanos. Pero una partida de guerra de los Elfos Oscuros atacó a los Enanos, y éstos no diferencia-ron las dos razas, y comenzó la Guerra de la Barba entre Elfos y Enanos. Cuando terminó, con un resultado indeciso, aunque los Elfos fueron quienes se retiraron, algunos de ellos no quisieron dejar la tierra en que habían vivido. Se instalaron en profundos bosques y comenzaron a desarrollar creencias, lenguaje y tradiciones propias. Los Asrai, como se denominan, son rápidos, astutos, gustan de tender emboscadas en sus reinos forestales en el gran Bosque de Athel Loren, y son mezquinos y reservados. No permiten la entrada a sus reinos de nadie que no goce de su permiso, y si no es así, los intrusos mueren víctimas de las trampas o las flechas. Están en armonía con el bosque y se relacionan con los espíritus de los árboles.
Reinan en Loren Orión, encarnación de Kurnous, dios de la caza, y Ariel, encarnación de la madre tierra, Isha. Sus peores enemigos son los Hombres Bestia, seres mutados por los poderes del Caos que corrompen los bosques del mundo.
Elfos de la luz
Viven en los bosques, son de aspecto y estatura humanos, incluso en el color de la piel, prácticamente lo que los diferencia de los humanos son sus orejas largas y puntiagudas, son hermosos, delgados y gráciles, viven varios siglos y envejecen muy lentamente, dentro de sus habilidades pueden invocar espíritus del agua, del viento, etc. Aunque tienen un carácter lúdico son buenos en el uso de las armas y se muestran como seres extremadamente celosos cuando se enamoran de un humano, a quien buscan proteger y nunca abandonarán, gustan de las danzas y la música, arte para el cual son muy habilidosos.
Su representante más característico es la elfa Deedlit.
Elfos nocturnos
Protectores de Nordrassil que durante miles de años fueron inmortales hasta el fin de la Tercera Guerra. Son muy buenos guerreros, más altos que los humanos y musculosos, el color de su piel es violácea, sus orejas son más largas e inclinadas que las de los otros elfos. También son magníficos druidas, por su estrecha relación con los espíritus del bosque y los ancestros (seres arbóreos semejantes a los ents) han desarrollado una cultura dedicada a la naturaleza y a la protección de la vida, lo cual se refleja en su aspecto salvaje. Son seres nocturnos, por lo que son especialmente aptos para vivir en la noche, mientras adoran a la diosa de la luna Elune.
Elfos de sangre
Cuando el Pozo del Sol fue corrompido en la Tercera Guerra a manos del Azote, los altos elfos sufrieron un síndrome de abstinencia de magia arcana y necesitaron buscar nuevas fuentes de magia. Aquellos que encontraron alivio a su adicción en la energía demoníaca se volvieron más arrogantes y agresivos, convirtiéndose en elfos de sangre, bautizados así por el príncipe elfo Kael'Thas Sunstrider. Aunque todavía son físicamente iguales a los altos elfos, los elfos de sangre han desarrollado habilidades especializadas para absorber la magia de sus presas y se separaron de la Alianza; algunos elfos se aliaron a la Horda.
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